Los niños son música, y nadie nunca podrá decirnos que no podemos bailar porque con la música adecuada todo el mundo es capaz de moverse con su propio ritmo.
Este cuento trata sobre la capacidad de bailar y nos brinda un mensaje que nos empodera hacia la realidad del ritmo propio y de la preparación para conseguir mejorar bailando.
Como siempre, contamos el cuento y después, con CD´S, pañuelos, cascabeles y una música marchosa muy variada (desde María Isabel hasta mambo Nº5), todos disfrutamos "moviendo el esqueleto" a nuestro ritmo.
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