viernes, 23 de septiembre de 2016

PORQUÉ LA EDUCACIÓN DESDE LA PRIMERA INFANCIA

"La primera infancia constituye una etapa fundamental en el proceso de desarrollo y formación de la personalidad. Esta afirmación es aceptada y compartida por psicólogos y pedagogos, independientemente de las tendencias, teorías y escuelas a las que se adscriben. Se fundamenta esencialmente por la gran plasticidad del cerebro en estas edades, que sin constituir una tabla rasa en la que puede inscribirse cualquier impresión, si ofrece amplísimas posibilidades para el establecimiento de conexiones que van a servir de base para el registro y fijación de las más variadas estimulaciones.

En toda actividad humana, para poder satisfacer las necesidades biológicas, socioculturales, productivas o espirituales, se articulan diferentes sistemas fisiológicos, psicológicos y sociales de alta complejidad.  
Ello implica que cada persona tiene una particular manera de ser y estar en el mundo, de relacionarse con la realidad, con las otras personas, con el espacio y los objetos. Este esquema se construye y desarrolla especialmente durante los primeros años de vida. Se puede afirmar que el niño comienza a aprender desde el momento de su concepción, retroalimentando su mundo interno de todo lo que recibe del exterior. 

Los múltiples datos científicos obtenidos en innumerables estudios e investigaciones han evidenciado que en esta etapa se sientan las bases, los fundamentos esenciales para todo el posterior desarrollo; así como la existencia de grandes posibilidades que en ella se dan para el desarrollo y formación de las más diversas capacidades y cualidades personales. 

Existen muchas razones para desarrollarla educación de la primera infancia, entre las que destacamos:

•  Los primeros años de la vida del niño, desde el nacimiento hasta los seis/siete años de edad, ponen los cimientos para un crecimiento saludable y armonioso del niño. Se trata de un período marcada por un rápido crecimiento y por cambios que se ven influenciados por su entorno. Estas influencias pueden ser positivas o negativas, determinando en gran medida cómo será el futuro adulto, las futuras generaciones y la sociedad.

•  Las investigaciones demuestran que los déficit intelectuales o físicos se convierten en acumulativos. El niño con déficit existente en los que se haya incurrido debido a las privaciones pasadas tendrá menos posibilidades de evolucionar hasta alcanzar niveles, aún en el caso de proporcionarle dichos estímulos. La pronta identificación y tratamiento/corrección de problemas relacionados con minusvalías físicas y mentales, desnutrición, infradesarrollo social, cognoscitivo y afectivo, etc., podrán solucionarse mejor durante los primeros años de vida, proporcionando así al niño unas mejores oportunidades en la vida, reduciendo, por otra parte, al mínimo los costes necesarios para la adopción de soluciones.

•  El cuidado y educación de los niños pequeños mediante una acción integrada adecuada, proporciona un medio para remediar el problema evidente de la desigualdad de oportunidades. Coincidimos en que todos los niños nacen iguales y deben tener igualdad de acceso no sólo al conocimiento y la cultura de todos los pueblos y deben crecer como ciudadanos iguales de su país y del mundo en general. A pesar de ser una verdad universalmente reconocida, por desgracia, existen muchos niños que aún no pueden ejercer este derecho. Todo niño nace en una familia cuya situación social, económica y cultural ejerce una gran influencia en su desarrollo que condiciona en gran parte su crecimiento físico, intelectual y afectivo. Es inevitable, por consiguiente, que las diferencias en el ambiente familiar tengan repercusiones fundamentales en la educación, que la educación de la primera infancia deberá compensar.

•  La educación de la primera infancia complementa al hogar proporcionando la asistencia y educación adecuadas para la promoción del desarrollo total del niño. Ha de ser punto de formación no sólo del niño, sino de la familia.

•  La educación de la primera infancia proporciona una valiosa experiencia y preparación para la transición a la escolarización a niveles superiores.

•  Los avances de la neurociencia, nos demuestran que el sistema nervioso, base y soporte de la personalidad del adulto, se forma en los primeros años. 

•  No hay segunda oportunidad para la infancia. Por tanto con todos los conocimientos basados en las investigaciones sobre la importancia de esos primeros, años de la vida, es fundamental hacer todo lo que sea posible por el bien de cada niño, su salud y nutrición, su crecimiento, aprendizaje y desarrollo, su felicidad.

Por otra parte, muchas son las ventajas que reporta la asistencia a un centro de educación de la primera infancia, como conocemos los profesionales:

•  El centro se presenta como el principal elemento de socialización para el niño. Este va a aprender a compartir, a esperar y a respetar; hecho, que adquiere una gran relevancia, ya que se presenta como la estructura intermedia entre la propia familia e integración del niño en los demás estamentos sociales.

•  El centro nos posibilita el seguir paso a paso el proceso de desarrollo y maduración de cada niño. Así, podemos detectar los posibles desequilibrios, desajustes o déficit que se vayan produciendo. Esta posibilidad de actuación preventiva va a ser determinante y fundamental para el desarrollo de los niños.

•  La estructura del centro está concebida en función de las necesidades de los niños, ofreciendo mayores posibilidades para la manipulación y exploración de los objetos y el espacio. En el marco familiar, los espacios suelen ser limitados, produciéndose continuas prohibiciones, para que no cojan determinados objetos o alcancen o se suban a diversos lugares, hecho que limita las posibilidades de experimentación de los niños.

•  El ver, observar y admirar a otros compañeros sirve de gran motivación en determinadas actividades y aprendizajes. En este sentido, todos somos conscientes de las posibilidades que nos ofrece la imitación (control de esfínteres, comida, aspectos motores, etc.) a estas edades.

•  A través del juego, los educadores facilitarán los medios para favorecer el desarrollo integral del niño, generando en este sentido de afecto, amistad, compañerismo, ternura y, en general, contribuyendo a una mayor sensibilidad con los otros, lo cual es facultad para otra serie de actividades, como la observación, captación, comprensión de estímulos, etc., que crean en los niños una mayor independencia y autonomía.

CENTROS O FAMILIAS

 Uno de los dilemas es si educación de la primera infancia debe desarrollarse en el ámbito familiar o en el ámbito de los centros. Existen corrientes importantes que apuntan en una u otra tendencia.
La realidad es que han de ser las dos instituciones las encargadas de desarrollar la Educación de la primera infancia.

Por desgracia, aún hoy existen muchas situaciones familiares que hacen imposible el óptimo y deseado desarrollo de los niños en el seno de la familia, si no se ha puesto una ayuda y colaboración complementaria a su labor, haciéndose necesario que los niños acudan a centros especializados en educación de la primera infancia, que actúen en estrecha colaboración con la familia, debiendo de actuar casi siempre los centros como Escuelas de Padres.

Por otra parte, los organismos internacionales abogan por los centros, ya que ello permite a los padres una opción libre en lo que se refiere a la distribución de su tiempo entre su vida profesional y familiar.
Es evidente que han de ser los centros el punto de confluencia de padres y niños y profesionales dedicados a la educación de la primera infancia.


Referencia web: AMEI-WAECE




miércoles, 14 de septiembre de 2016

ALGUNOS CONSEJILLOS SOBRE EL PERIODO DE ADAPTACIÓN

El periodo de adaptación es tal vez el momento más complicado y a la vez más importante de todo el curso por ello es fundamental tener una actitud positiva ante ello, ya que es a través de nosotros los adultos, y no al revés, cómo los pequeños/as conocen su mundo cercano, y si mostramos miedo o inseguridad ante estos cambios  (horario, caras nuevas, espacios, etc.), así estaremos propiciando una reacción contraria a la que deseábamos ante la escuela.

Tenemos que entender que el ingreso en la escuela infantil es un cambio muy importante para el niño/a, “normalmente” es la primera vez que se separa de su familia, sale de su hogar para pasar a un espacio totalmente que no conoce, con adultos desconocidos y con otros niños/as.

Las familias también sufren una adaptación, ya que suele ser la primera vez os separáis de vuestro hijo/a. Y lo mismo sucede con las maestras, que también tienen que adaptarse, cada niño/a es diferente, hay que conocerle, saber sus gustos y preferencias, y conseguir que disfrute, sea feliz y se lo pase bien en los primeros momentos, y luego, durante todo el curso escolar.

La entrada del niño en la escuela infantil supone para él o ella un importante cambio: Implica la salida del entorno familiar donde el niño o la niña ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección, y todo esto va a verse modificado de repente: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir del círculo  familiar, nuevos adultos y nuevos niños y niñas, y va a entrar en contacto con un nuevo espacio: la escuela.

Este será paso muy importante en la vida del niño/a, y aunque en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa, el niño lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización. Además de ser un paso necesario para aprender que los cambios no tienen por qué ser malos.

El niño o niña experimenta cambios en las áreas de: higiene, alimentación, sueño, rutinas, etc. Ya que las rutinas que se establecen en la Escuela Infantil, les ayudan en su organización del tiempo y la actividad, a relacionarse con sus iguales, con los adultos y en la organización del espacio y objetos.

Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niño/a conductas de rechazo:
  • Hay niños/as que desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, vómitos…
  • Algunos sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, surgen los celos de los otros hermanos, o pueden tener comportamientos agresivos.
  • Desde el punto de vista afectivo y social se observa:
    • Niños/as que lloran: es la manifestación más generalizada.
    • Niños/as que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa, pero en el hogar manifiestan conductas negativas.
    • Niños/as que lloran y se niegan a ser atendidos por extraños/as.
    • Niños/as que se mantienen aislados, no participan, no se relacionan, permanecen sin moverse.
    • Niños/as que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan pero con el objeto en la mano.
Debemos saber que estas son manifestaciones muy normales de este periodo y que si lo entendemos de una forma natural estaremos ayudando al niño/a en la resolución de este proceso que es su periodo de adaptación.

Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda, ayuda que no consiste en evitar sus sentimientos y conflictos, sino en entenderlos. Y que comprendáis que cada niño tiene un ritmo de adaptación personal que hay que respetar.

Cuando hablamos de la separación mutua de niño-familia, entendemos que no sólo se adapta el niño/a, sino que los padres van a tener que adaptarse también.
 Los padres tendréis una gran influencia en sus temores, sus expectativas, su ansiedad,... todo lo que vosotros sintáis: La inseguridad, la culpabilidad por la separación, el temor ante el cuidado que vaya a recibir el niño, todo eso son sentimientos habituales en los padres, pero debéis cuidar al máximo vuestras manifestaciones externas, para no trasmitir al niño inseguridad.

De forma que, algunos consejos que podemos daros son:
  • Lo que hemos comentado, recordaos que vuestra actitud es muy importante. Es necesario no actuar con inseguridad, duda o culpabilidad.
  • Durante el periodo de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades es conveniente que intentéis llevarle y buscarle vosotros, eso le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.
  • Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que mamá viene ahora”.
  • Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
  • No prolongar las despedidas en exceso. Hay que trasmitir al niño/a que lo que estáis haciendo es lo mejor para él/ella.
  • No es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niño (quitar pañales, cambio de habitación...) Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación.
  • Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito/a, que le hemos dejado solito/a”, “¿qué te ha pasado hoy?”"¿te has portado bien?"
  • Puede que el niño/a, en el reencuentro con los padres/madre llore o muestre indiferencia, estas son algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niño/a también experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente la separación con la maestra y el deseo de ir con sus padres/madres.
  • Es posible que surjan pequeñas dificultades, no os alarméis, solo está adaptándose a un ritmo diferente.
  • Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad.
Os proponemos como objetivos para vosotros:
  • Que superéis la angustia de la separación.
  • Que confiéis en el equipo educativo.
  • Que os despidáis de vuestros hijos/as sin engaños y con seguridad.
  • Que conozcáis y valoréis el periodo por el que pasan vuestros hijos/as.
  • Que desde que comienza la mañana vayáis preparando a vuestro hijo/a para venir a la escuela. 




                             ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡COMENZAMOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡BIENVENIDOS/AS AL NUEVO CURSO!

Tras el verano llega de nuevo septiembre cargado de buenas intenciones y propósitos nuevos que nos indican que el nuevo curso ya comienza. Como todos los años, la escuela espera para recibir a todas las familias y todas las seños hemos recargado toda nuestra energía e ilusión para afrontar un nuevo curso; nuestros pasillos ya están llenos de vida, en estos primeros días de adaptación se juntarán las risas con los llantos pero muy pronto las lágrimas irán desapareciendo para dar paso a sonrisas y ganas por disfrutar de cada día en la escuela.

Viviremos muchos  momentos de reencuentro para algunos nuestros niños/as y familias y una nueva experiencia para otros/as, a todos os damos la bienvenida de corazón y esperamos que disfrutéis junto a todo el equipo de la E.I La Algaida de la bonita experiencia de aprender y descubrir el mundo juntos.



Este blog será un punto de encuentro donde abriremos una ventanita a nuestra escuela para que desde casa podáis disfrutar de la vida de vuestros pequeños aquí; os mostraremos muchas de las actividades que aquí realizamos, compartiremos canciones, cuentos, poesías...publicaremos artículos con temas que consideremos importantes y noticias.
Esperamos que os hagáis todos seguidores y no olvidéis que un blog se alimenta de los comentarios de sus seguidores.

Os esperamos.

                                 
Equipo educativo de la Escuela Infantil La Algaida